Ingesta excesiva de sal es una causa importante de enfermedades crónicas tales como las enfermedades cardiovasculares y renales. Un estudio reciente encontró que el 75% de la población mundial consume en promedio 10 gramos de sal por día, el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que es de hasta 5 gramos por día. Brasil es uno de los mayores consumidores de sal, con un consumo medio de 15 g diarios, es decir, tres veces más que el límite recomendado por la OMS. Esto es principalmente debido al consumo excesivo de alimentos procesados. Ellos contienen sal en su forma de su principio activo: sodio. El exceso de sodio en el cuerpo es de costumbre ser percibido en largo plazo, cuando se registraron los primeros síntomas tales como hinchazón en las piernas y los tobillos y la presión arterial alta. Una dieta alta en sal también puede contribuir al desarrollo de cáncer gástrico y agravar el marco de osteoporosis, puesto que el sodio se relaciona con una mayor pérdida de calcio en la orina. Lo importante es el equilibrio, debido a que el sodio también juega un papel importante en muchas funciones corporales, tales como la regulación del volumen de plasma, la contracción muscular, la frecuencia cardíaca y la función cerebral.
La recomendación es prestar atención a las etiquetas de los alimentos, en que es obligatorio la citación de las informaciones nutricionales y prefiera alimentos con bajo sodio. Recordando que incluso los alimentos dulces pueden contener altos niveles de este mineral.
Algunos consejos simples para ayudar en la reducción del consumo diario del sal:
– Quite el salero de la mesa;
– Controlar el uso de la sal durante la cocción de los alimentos;
– Prefiera alimentos frescos;
– Evite el uso de condimentos listos;
– Evitar sopas listas y alimentos enlatados;
– Reemplace la sal refinada por la sal light.
Algunos condimentos también pueden ser utilizados en el lugar de la sal y destacar el sabor de los alimentos:
– La cúrcuma: además de proporcionar un sabor agradable, hace que el plato sea más colorido.
– Jengibre: con sabor dulce y picante, se puede utilizar en platos dulces y salados, y se puede agregar a los jugos;
– Albahaca: se utiliza en muchos platos, le da un toque especial a las salsas de tomate, empanadas y ensaladas.
– Salsa: seca o fresca deja en las comidas con un sabor leve y agradable.
En una dieta para reducir la sal, las papilas gustativas tienen alrededor de 3 meses para la adaptación, es decir, a principio la adhesión de la dieta baja en sodio puede ser difícil, pero con el tiempo el cuerpo se acostumbra y la salud lo agradece!